La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) declaró al 2021 como el Año Internacional de las Frutas y Verduras, debido a su importancia para la nutrición, la salud y la seguridad alimentaria en el marco de la pandemia por COVID-19 que afecta a millones de personas a nivel mundial.
Con esta medida se pretende concienciar a la comunidad internacional acerca de la contribución de estos alimentos al desarrollo sostenible, así como su impacto en la sociedad, la economía y el medio ambiente, para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
La actual pandemia por COVID-19 ha afectado considerablemente la cadena de suministro de frutas y verduras, especialmente en los países en desarrollo. Los problemas de producción, transporte y distribución, así como la escasez de la mano de obra inciden en la disponibilidad y acceso limitado de estos alimentos para el consumo humano, especialmente en estos países. Por este motivo, la creación de este año internacional está dirigida a reestructurar y transformar su proceso de producción y consumo.
Las frutas y verduras, al ser productos altamente perecederos, generan unos niveles elevados de desperdicios en todas las etapas de la cadena de producción. Esto supone un riesgo para la población de contraer enfermedades de transmisión alimentaria ocasionados por la contaminación de patógenos y la contaminación química. Por ello, se requiere la inversión en la aplicación de tecnologías e ideas innovadoras enfocadas en mantener la inocuidad y la calidad de las frutas y verduras, preservando su valor nutricional y reduciendo el desperdicio de alimentos.
Esto impactará de manera favorable en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, disminución de la presión sobre los recursos hídricos y de la tierra, y contribuirá al incremento de la productividad y el crecimiento económico de los países.
El consumo regular de frutas y verduras previene la desnutrición, así como la aparición de enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes, anomalías cardíacas y obesidad. Asimismo, fortalece el sistema inmunológico ante enfermedades infecciosas. Esto es debido a que son ricas en vitaminas, fibras y minerales, vitales para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) recomiendan el consumo mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras, para contrarrestar la deficiencia de micronutrientes en el organismo.
Las frutas y verduras no solo benefician a las personas, sino que contribuyen de manera significativa al incremento de la biodiversidad, generando sostenibilidad ambiental y mejorando los medios de vida de agricultores e involucrados en las cadenas de producción de estos alimentos.
Fuente: www.diainternacionalde.com